Necesito un aullido, un grito.
Empiezo a desear un lenguaje parco como el que usan los amantes,
palabras rotas, palabras quebradas, como el roce de las pisadas en la
acera, palabras de una sílaba como las que usan los niños cuando entran
en un cuarto donde su madre está cosiendo y cogen del suelo una hebra de
lana blanca, una pluma, o un retal de chintz. Necesito un aullido, un
grito.
Virginia Woolf
Tomo nota, Me parece super!!!!
ResponderEliminarsadobyroxy.blogspot.com.ar
Me gusta que te guste.
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